Se denominan Siglos de Oro al período que va desde el reinado de los Reyes Católicos al de Carlos III, es decir, los siglos XVI y XVII. En España se desarrollaron dos movimientos culturales y artísticos: el Renacimiento, en el siglo XVI, y el Barroco, en el siglo XVII. Ambos tienen características muy diferentes, incluso opuestas, pero se engloban bajo la denominación Siglos de Oro porque constituyen una de las etapas de mayor esplendor cultural.
El Renacimiento supuso el triunfo de las ideas humanista, se admira la antigüedad clásica grecolatina, se concibe el hombre como centro del universo (antropocentrismo), se exalta la naturaleza y de lo natural como algo bello, bueno y verdadero y se busca el equilibrio perfecto de la proporción y la armonía.
El Barroco fue un periodo de pesimismo y desengaño, se abandonaron todos los ideales humanistas y se volvió a la religiosidad más profunda. La conciencia de crisis de reflejó en una cultura de contrastes violentos, de movimiento, de complicación. La creencia de que la naturaleza nos engaña, de que hay que desconfiar de los sentidos, explica el gusto por lo rebuscado, por lo anómalo, paradójico o sorprendente.
Cabe decir que en España el Renacimiento tuvo un importante auge pero fue muy minoritario frente al Barroco.
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